¿Cuántas veces, al tener ese dolor fuerte de cabeza que te impedía llevar a cabo hasta las tareas más sencillas, recurriste al “botiquín” y fuiste a por esa pastilla mágica que muchas veces calma el dolor?

Pues bien, hay algo que deberías saber: tomar una pastilla no te ayuda sino que simplemente actúa como parche en lugar de como solución.

Es decir: recurrir a los medicamentos no solucionará tu dolor de cabeza. Sí es cierto que bloqueará los dolores del momento, pero a la larga los volverás a sufrir e incluso puede causar un efecto rebote. Y es que hasta médicos y especialistas como los neurólogos reconocen que es un dolor “difícil” de tratar y que muchas veces ni los fármacos funcionan.

Pero afortunadamente ese dolor puede solucionarse de manera natural y sin ayuda de medicamentos, igual que un sinfín de dolores como los musculares, lumbalgias, migrañas, la ciática o digestiones pesadas.

Y para ello hay algo que necesitas saber: descubrir cuál es el detonante de cada uno de esos episodios de cefaleas y la causa última de esos dolores de cabeza.

Una vez que lo identifiques, y eso es lo que vamos a enseñarte a lo largo de estas páginas, vas a ver cómo descubrir el origen de tus cefaleas puede ser el principio del fin de tus problemas y un camino hacia una salud más plena.

Antes de nada, para identificar la causa de tus dolores de cabeza hay dos factores imprescindibles que te ayudarán muchísimo durante todo el proceso:

1. Identificar tu nivel de autoexigencia

¿Sueles exigirte demasiado? ¿Llevas a cabo muchísimas responsabilidades ya sea en el trabajo, en casa, con la familia y los niños o incluso todo al mismo tiempo? ¿Has caído en la multitarea, esa acción que implica hacer demasiadas cosas al mismo tiempo y que al contrario de lo que te han contado no ayuda para nada a tu salud?

Exigirse demasiado está bien en casos puntuales, pero no puedes hacer de la autoexigencia tu estilo de vida porque puede estar contribuyendo más de lo que crees a aumentar tus dolores de cabeza.

2. Crear un ‘diario del dolor’

¿Sabías que crear y mantener un “diario del dolor” puede serte muy útil a la hora de descubrir el detonante de tus cefaleas, tratarlas y acabar con ellas?
La tarea es sencilla: cada vez que sufras dolor de cabeza, anota en lo que será tu “diario del dolor” las características de ese dolor respondiéndote a estas 10 sencillas preguntas que te ayudarán a dar con la verdadera causa:
• ¿Qué día se ha producido el dolor de cabeza? (si eres mujer, anota también en qué punto de tu período menstrual, ya sea antes, después o durante la menstruación).
• ¿A qué hora se ha producido el dolor de cabeza y qué actividad estabas llevando a cabo en ese preciso momento?
• ¿Qué habías comido hasta ese momento del día?
• ¿A qué zona o parte de tu cabeza ha afectado el dolor?
• ¿Es un dolor pulsátil o más bien como si una banda apretase tu cabeza?
• ¿Qué otros síntomas han acompañado la cefalea?
• ¿Empeoraba cuanto te acostabas, te ponías de pie o cuando hacías algún esfuerzo
como toser?
• ¿Cuánto ha durado el dolor?
• ¿Qué tratamiento casero para acabar con el has puesto en práctica? ¿Te ha ayudado?
• ¿Qué fármaco has tomado para aliviar el dolor de cabeza? ¿Te ha sido útil?
Piensa que para dar con la solución es muy importante saber primero la causa, y es por eso que el diario del dolor es muy útil para acabar con los dolores de cabeza sin necesidad de recurrir a medicamentos que solamente frenan el problema y lo esconden por semanas, días e incluso solamente unas pocas horas.

De ese modo, podrás identificar el tipo de dolor de cabeza que sufres y, en función a eso, saber las causas y actuar en consecuencia.

Espero que esta información te sea útil…

Christian

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