Todos son molestos, desagradables e inoportunos. Aparecen cuando menos lo esperas, y si se repiten una vez tras otra puedes estar sufriendo lo que los especialistas llaman “cefaleas primeras”.
Aparecen como consecuencia de una reacción en cadena que afecta a los vasos sanguíneos o nervios del cerebro por una o varias razones, e incluso una bajada de presión atmosférica, una subida de temperaturas o exponerse a ruidos o luces brillantes pueden desencadenarlas. Es por eso que es tan importante detectarlas a tiempo para poner remedio a tan desagradable molestia.
Dependiendo de cómo sea tu dolor de cabeza afectará más a unas zonas que a otras, y el grado de dolor también será distinto en función del tipo de cefalea que sufras. Y
aunque hay más de 150 dolores de cabeza distintos, hay tres grandes tipos de dolores de cabeza que despuntan de entre todos los demás: la cefalea tensional, las típicas migrañas y las migrañas en racimo.
Identificar en qué grupo estás es el primer paso para acabar con el dolor.